Los Vehículos de Movilidad Personal, conocidos como VMP, se han convertido en una nueva forma de desplazamiento y su público crece día a día.
Son medios de transporte que no emiten gases CO2 en la atmósfera, por lo que son una apuesta segura de cara al futuro de nuestras vidas. Pero, como todo, presentan algunos inconvenientes y es que, en ocasiones, no es fácil encajarlos en la circulación de las ciudades. Este es el principal reto que tienen los ayuntamientos y la Dirección General de Tráfico.
El incremento en la cantidad de accidentes de VMP en 2021 con respecto a 2020 fue de un 248% y la tendencia es claramente ascendente de cara a este 2022.
En un anterior artículo hablábamos de las nuevas sanciones económicas publicadas por la DGT. En ello se hablaba sobre normas como el uso obligatorio de casco o la prohibición de circular por las aceras o con auriculares.
A esto se le suma ahora el nuevo planteamiento de la DGT, que estudia la implantación de seguros para patinetes, bicicletas u otros tipos de VMP con el objetivo de proteger a los usuarios vulnerables. No obstante, cabe recordar que las compañías de patinetes eléctricos compartidos, por ejemplo, sí que tienen seguro.
La DGT se muestra a favor de que el seguro sea obligatorio para sus conductores, es más, consideran que es necesario para cubrir la responsabilidad civil por daños y lesiones que causan estos vehículos. Hasta ahora, todo aquel mal que genera un VMP a terceros lo cubre el conductor con su propio patrimonio.
Por ello, se ha desvelado la necesidad de este tipo de seguros: “estamos viendo si será seguro de usuario o sobre el vehículo pero es cierto que urge esta necesidad por el incremento que hay de accidentes de vehículos de movilidad personal” comentan el Consorcio de Compensación de Seguros y las aseguradoras.
En resumen, se trata de una propuesta que tiene como objetivo principal proteger a los conductores más vulnerables. Los VMP se han convertido en una nueva forma de movilidad que crece vertiginosamente y, por ello, es necesario implantar seguros que protejan a estos usuarios y, que en caso de que estos vehículos provoquen daños, estos no tengan que pagarlos de su propio bolsillo.