El cambio climático es una realidad y existe una responsabilidad social para hacer que afecte lo menos posible al planeta. Por ese motivo, cada vez más, las instituciones se suman a este compromiso, para intentar conservar el medio ambiente y los recursos naturales, y lograr ser consideradas empresas de carbono neutral. Las emisiones de gases de efecto invernadero pueden tener consecuencias muy peligrosas para los ecosistemas, por ese motivo se una empresa de carbono neutral va asociado con ser consciente de la situación y llevar a cabo una serie de acciones que ayuden a reducir lo máximo posible el impacto que estas emisiones puedan tener. Estos gases pueden ser generados por la empresa de manera directa (vehículos de la flota) o indirecta (obtención y consumo de energía eléctrica). Se almacenan en determinadas capas de la atmósfera y son los que provocan el cambio climático.
Esto además se ve favorecido por el uso de combustibles fósiles, el uso de aerosoles, fertilizantes o procesos industriales que dejan su huella en la atmósfera. Debido a esto, se deben llevar a cabo diferente acciones, en las que tienen que estar incluidas el cambio de los hábitos de la empresa y sus trabajadores, para reducir el impacto de las empresas en el ecosistema. Una forma sencilla para disminuir estas emisiones es hacer un uso responsable de las energías y utilizar energías renovables como la solar (instalando paneles solares).
Se habla de neutralidad de carbono cuando la empresa retira la misma cantidad de dióxido de carbono de las calles que la que se emite, haciendo que de esta manera el balance total sea cero (neutro). Este equilibrio se puede alcanzar de diversas formas, aunque la principal es no emitir más CO2 del que es capaz de asimilar el medio, cosa que a día de hoy es algo complicado.
Existen, por suerte, zonas en las que la absorción de dióxido de carbono es mayor que la emisión. Estas zonas se denominan sumideros de carbono y sobre todo son los grandes bosques, el océano y el propio suelo, que tienen la capacidad de llegar a eliminar una cantidad muy grande de este gas. El carbono que se almacena en estos espacios se libera a la atmósfera cuando se producen incendios o movimientos de tierra, es por este motivo que es necesario que las emisiones se reduzcan y se pueda alcanzar la neutralidad climática.
También existen lo que se ha llamado secuestro de carbono, que consiste en capturar y almacenar este gas a largo plazo en las profundidades marinas o en formaciones geológicas como una solución temporal. Esto es muy costoso y no está asegurado que no se realicen fugas que provoquen que liberen estos gases a la atmósfera.
Desde las empresas apuestan por crear políticas propias que ayuden a que las emisiones se reduzcan, consiguiendo alcanzar el carbono neutro y alineándose de esta manera con el cumplimiento de alguno de los objetivos de desarrollo sostenible.